Fe de erratas

La declaración de principios de ayer se me fue al carajo. ¡Claro que extrañaré a mis afectos! O al menos a uno, el más importante. No digamos que es una relación muy convencional, pero espero que la distancia que pondré entre los metros cuadrados de cada uno no mate esto que hemos construido, o al menos intentado construir, en ya casi dos años.
"Va a ser complicado", reza casi el final de "El secreto de sus ojos", y remata con un "No me importa", una frase prácticamente calcada al "Frankly, my dear, I don't give a damn" de "Lo que el viento se llevó", pero llena de una esperanza que el clásico de 1939 no tenía.
Y eso al menos me da la ilusión que, aunque sea complicado, lo vamos a llevar adelante.

Comenzando

La Ester

No fue fácil tomar la decisión, y no por un asunto de afectos, de no querer salir de la ciudad en que nací y en que he vivido dolores, aciertos y desventuras, ni tampoco porque piense en las posibilidades de que esto no resulte. La razón por la que no fue fácil es por todo el trabajo (y consiguiente nervio) que implica cambiar de ciudad (aunque sea solamente algunos kilómetros, desde Santiago a Valparaíso) con camas (1), gatas (2) y petacas (varias, obviamente todavía no sé cuántas), metiendo en un camión 3/4, que en realidad no sé si será suficiente, todas las muchas/pocas pertenencias acumuladas durante ya casi 10 años viviendo sola. Además estaba el inconveniente de que este departamento es mío, entonces me toca a mí buscar cómo darlo en arriendo de manera tal que mi bolsillo no sufra todos los meses en el momento de pagar el dividendo.

Ahora bien, una vez solucionado este último tema y encontrado un buen corredor de propiedades, comienza el cambio en serio. Si bien no será sino hasta en un par de meses (esperando como siempre a San SII), ya estoy mirando departamentos y casas (de preferencia) en el Puerto Principal, para comenzar pronto lo que espero sea una nueva (y buena) etapa de vida, un buen momento para desempolvarme y volver a tener las energías y las ganas que tenía antes.

La Maga

Y por eso he querido volver al mundo de los blogs, como una especie de "diario" (así comenzaron, ¿no? como bitácoras en línea) de todo este proceso y para que algunos, los que quieran, puedan echarle un vistazo a lo que será esta aventura para mí, la negra Ester y la rayada Maga (las nombro porque son parte importante de todo esto, nos tenemos que acostumbrar las tres a todo este cambio... y tengo que encontrar un lugar en Valparaíso donde vendan su Royal Canin Feline Light 40).

El tema de hoy: Dream a little dream of me (Louis Armstrong y Ella Fitzgerald)