29 de marzo de 2011

Fe de erratas

La declaración de principios de ayer se me fue al carajo. ¡Claro que extrañaré a mis afectos! O al menos a uno, el más importante. No digamos que es una relación muy convencional, pero espero que la distancia que pondré entre los metros cuadrados de cada uno no mate esto que hemos construido, o al menos intentado construir, en ya casi dos años.
"Va a ser complicado", reza casi el final de "El secreto de sus ojos", y remata con un "No me importa", una frase prácticamente calcada al "Frankly, my dear, I don't give a damn" de "Lo que el viento se llevó", pero llena de una esperanza que el clásico de 1939 no tenía.
Y eso al menos me da la ilusión que, aunque sea complicado, lo vamos a llevar adelante.



1 comentario:

Por Encargo dijo...

Independiente donde y con quien estés, eres un girasol que en este caso, al puerto iluminará.
Yo sólo puedo agradecer haber tenido el privilegio enorme de conocerte y de compartir este trozo de vida mía.
Que todos lo sepan, la maravilla existe y cobra forma de persona, en este caso, la tuya.
Eres un girasol lindo.